¿QUÉ LE DEBE EL GOBIERNO DE MÉXICO A LAS MUJERES? ¿LLEGAMOS TODAS?
ACTIVISTAS SEÑALAN LAS TAREAS PENDIENTES DEL GOBIERNO DE LA PRIMER PRESIDENTA DE MÉXICO CON LAS MUJERES

De acuerdo con especialistas y activistas, aunque las mujeres y niñas han estado presentes en el discurso de la primera presidenta de México, en el presupuesto y los programas anunciados para el primer año de gobierno no hay cambios significativos para atender la situación de desigualdad y violencia de género.
Otro pendiente que atravesará el sexenio es el Sistema Nacional de Cuidados, del que Hernández promete sentar las bases, aunque adelanta que no habrá presupuesto y tiempo que alcance.
Alejandra Macías, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), indica que a cinco meses de que dio inicio el sexenio de Sheinbaum es difícil hacer un balance sobre las políticas públicas de apoyo a las mujeres, ya que los programas que se han anunciado y que tienen una perspectiva de género no se han implementado; hasta ahora, en algunos casos incluso no se ha programado presupuesto para llevarlos a cabo.
“En el presupuesto de 2025 todavía no se encuentra la Secretaría de las Mujeres, porque todavía no estaba creada para el momento en que se aprobó, y eso significa que tampoco tiene un presupuesto adecuado a sus funciones”. Además, esta nueva institución nació con recortes presupuestarios en comparación con el instituto al que sustituye, apunta Macías.
Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el primer mes de 2025 se iniciaron 54 carpetas de investigación por el delito de feminicidio, así como 187 por homicidios intencionales cometidos contra mujeres.
Durante la administración pasada, del presidente Andrés Manuel López Obrador, se registraron 6 mil 558 carpetas de investigación por feminicidios y 19 mil 137 por homicidios dolosos de mujeres.
Es indispensable, agrega, una agenda a favor de los derechos humanos de las mujeres en sus diversas etapas de vida, con políticas públicas efectivas y perspectiva de género que cuenten con fondos suficientes para atender los distintos contextos, y que en su construcción puedan participar diferentes sectores como las feministas, sobrevivientes de violencia y organizaciones de la sociedad civil.