Personas con discapacidad o con movilidad reducida viven una travesía para ingresar a las tres Líneas del Metro de Nuevo León pues es un transporte que no ha sido pensado para la inclusión verdadera.

A pesar de que la tarfia aumento de $4.50 a $8.70, que las maquinas no dan cambio y se redondea incluso hasta 10 pesos por boleto, no se ha reflejado ninguna mejoría en sus instalaciones o o servicio.

De 40 estaciones de METRORREY solo 12 cuentan con elevadores funcionales, además se localizaron banquetas en mal estado, bloqueo en las rampas de acceso estructuras metálicas obstruyendo el paso, acumulación de basura y líquidos residuales.

No existen módulos de orientación a los usuarios, en promedio existen tres empleados por estación donde en 35 de ellas de contabilizó 125 trabajadores de Metrorrey, de nueva cuenta surge la presunta ¿Dónde está el dinero de Nuevo León?

Lejos de avanzar y convertirnos en esa ciudad, sociedad o gobierno incluyente que tanto presumen, lo destacado es que, por cada aumento de tarifa, hay mas precariedad y condiciones vergonzosas… parece que no hay recurso para mejorar, darle mantenimiento y mucho menos modernizar el sistema.