EL ELEFANTE EN LA HABITACIÓN… EL SUICIDIO
Por lo general es un tema que no lo maneja la población en general, por qué simplemente así es la idiosincrasia del mexicano, hay temas que son “delicados” y nadie quiere hablar, cuando la realidad es que ya son un problema epidemiológico de salud público, que es necesario hablar,tomar acciones y entender.
Sin meterme mucho en datos y yéndome a pensar el por qué sucede lo que sucede, voy a empezar por estadísticas oficiales. El suicidio se entiende como “ejercer extrema violencia contra si mismo”. Lo cual es un extremo existencial social, colocándola como la única salida a una situación dada, por la misma víctima. El INEGI lo define como: “la acción de matarse a si mismo”. Así mismo Durkheim hace referencia a: “todo caso de muerte, que resulte directa o indirectamente, de un acto positivo o negativo, realizado por la víctima misma, sabiendo ella que debía producir ese resultado”
En los últimos cincuenta años México ha tenido un aumento notorio de este tema, el cual visiblemente se ve en jóvenes y ancianos principalmente. Evidentemente en los últimos cincuenta años el mundo y México, han cambiado y evolucionado, por la misma modernización, urbanización, lo cual ha dado una mayor esperanza de vida y por ende mayor escolarización, que a su vez trae consigo retos muy importantes a los jóvenes. si bien hay un aumento en las tasas de suicidios, a su vez se sigue “normalizando” o sin darle el carácter de atención y problema gravísimo de salud pública que tiene y existe. A nivel epidemiológico es un problema que no ha sido debidamente previsto y mucho menos atendido.
Para la OMS, la relación entre trastornos mentales y el suicidio, tiene una ambigüedad muy importante, ya que los datos estadísticos, quedan meramente sesgados, por la falta de promoción y prevención por parte de las instrucciones de salud y gobiernos, así como la falta de acercamiento a las instituciones de salud, por parte de la población. Según la OMS, el porcentaje de suicidios dados por depresión, es del: 6-15%, a su vez por alcoholismo, es del 7-10%, esquizofrenia, del 4-15%, pero cabe señalar que de la misma población, la mayoría nunca fueron con un profesional de salud mental en su vida, por lo que la relación entre enfermedades mentales y suicidio, debería ser mayor. La OMS, menciona que dicho tema está entre las primeras diez causas de muerte en todos los países y entre las tres primeras causas en población de 15-35 años. Por su parte el IMSS, toma como razones principales para llegar a ese desenlace, a depresión, ansiedad, soledad, desesperanza, exigencias sociales, sentimientos de culpa y rechazo. Sinceramente nadie de fondo podemos conocer las causas detrás de una decisión personal de ese carácter, pero tampoco en simplemente enumerar las causas sin su trasfondo, hace una gran diferencia, el mencionar depresión y ansiedad sin el trasfondo social, no dice mucho, el mencionar las exigencias sociales, sin mencionar las realidades sociales y estructurales, no dice mucho.
México es ese país donde las condiciones sociales ya están dadas desde que nacemos. Y es muy triste lo que voy a mencionar, pero en México hay 46 millones de personas que viven en pobreza multidimensional, algunos sin acceso a servicios básicos, otros sin acceso a educación, otros sin acceso a alimentación, en dónde vemos realmente como son las brechas sociales, dónde vemos el rezago entre ricos y pobres, dónde unos ni siquiera pueden tener acceso a salud. México es un país sumamente divisorio donde esos 46 millones que nacieron en pobreza multidimensional, mueran en la misma pobreza, por qué así son las estadísticas, así son las estructuras, así es el sistema en México.
En tema de salarios. México tiene 50 años estancado en sus salarios, todos conocemos la inflación y lo que determina, pero mientras no existan salarios equiparables a la inflación, simplemente no se puede. Dejemos de romantizar que el mexicano es chingón y se esfuerza el triple y tiene tres trabajos. Eso no es normal! Lo normal es tener sueldos dignos acordé a la profesionalización de la población para poder vivir de una manera digna. Un recién egresado en este país, gana aproximadamente 7,400 pesos al mes, una burla completamente. Hay gente que sin hacer nada recibe becas del bienestar por 8 mil pesos de los impuestos y jubilaciones de todos. No es normal, que en México un pasante de medicina gane 3 mil pesos al mes, no es normal que un profesionista gane 8, 200 pesos al mes por realizar una tarea que le llevo cuatro años de estudios, no es normal que México esté tan jodido en salarios, que un joven que busque superarse no pueda, que un joven que quiera comprar una casa, posiblemente no tendrá acceso a un crédito y mucho menos a poder pagar un crédito. Lo cual obliga a mucho a una realidad. Se viene generaciones que no tendrán un hogar propio. Una casa promedio en 2024, tenía un costo de 1.4 millones de pesos, eso reflejado en sueldo, es necesario, ganar 30 mil pesos al mes para poder acceder a tener una vivienda propia. La cual es una exigencia social y personal, tus padres la exigen, tus padres te cuentan, como ellos a tu edad, tenían, hicieron, tus amigos lo exigen, tu familia lo exige, la vida te exige tener un lugar digno dónde vivir. Claro que las estructuras sociales y políticas afectan en la desigualdad y en la salud mental de las personas, el estrés de ganar el mínimo de no tener acceso a una vivienda, a un auto, a un patrimonio, el estrés de levantarse a las 4 de la mañana para tomar medios de trasporte público y volver a las 10 de la noche a tu casa para llevar comida. ¿Qué identidad individual y social se puede tener así? Que madurez emocional, se puede lograr viviendo al día. Cargando tus problemas, cargando los problemas heredados, cargando a tus padres, a tus abuelos, cargando con la misma sociedad , y sin tener un núcleo familiar y social muy íntimo, que te apoye, te cuide, te anime…
El suicidio tiene un trasfondo personal, que se termina externando hacia lo social, por qué al final de cuentas, es una parte muy inerte del humano, es una salida, es una válvula de alivio a la realidad, y es un hecho que muchos están a un paso de esa válvula de alivio.
Cómo sociedad hemos fallado en atender esta problemática de manera individual y colectiva, por falta de empatía, de humanismo, de amor, de compresión, de escuchar, de apoyar , a los demás, sean de tu misma sangre o familia o no, como ciudadanos, todos tenemos la responsabilidad de buscar todas las herramientas de promoción y prevención ante este, así como cualquier problema de salud pública, por qué al final si hay una tarea muy importante de gobiernos, de legislativo, de las instituciones de salud, pero si ella no hacen la tarea, cada uno de nosotros somos los únicos, que podemos hacerla de manera individual y social.
David Toache
Escritor, asesor de capacitación.